martes, mayo 02, 2006
Orgulloso, así estoy ante las demostraciones que sucedieron en toda la nación americana. Algunas fotos de la concentración del Primero de mayo en Union Square.
La primavera de mayo
Candente momento histórico para los latinos en EE.UU.
Marzo del 2006 es un mes para no olvidar. Siendo optimistas, este mes fue especial por el levantarse de la comunidad hispana unida bajo una amenaza que atañe directamente a todos. Y levantarnos por la obligación que sea, moral, humanista, política o simplemente solidaria. Se muestra así la exigencia, así se reclama el derecho histórico en este país nuestro.
Abril dio muestra igual del proceso de unidad con las marchas en múltiples ciudades y queda claro, nunca más la más grande minoría, ¡no! esa forma de nombrarnos menosprecia a 60 millones de personas. Somos una fuerza que se está organizando, un gigante que con su cuerpo disperso por esta nación inexplicablemente se negaba a la unión por un separatismo arropado por banderas de cada país como fronteras, como barreras, como un imposible, como lo que ellos quieren. Por eso, este es un buen momento, es hora de que quienes ejercen liderazgo en nuestras comunidades y que ahora se constituyen en una sola, dirijan a sus liderados a esta conciencia oportuna de derecho civil, a la unión de nuestra inmensa y poderosa masa. Y de las otras razas que también han hecho eco, acción y presencia. Las marchas han sembrado la fuerza y la esperanza, el reclamo ha de escucharse o la obligación dictará el siguiente paso, pero ya sabemos que es unidos.
Ha llegado el tiempo con lo incierto de las leyes corriendo de corte en corte a esperas de su aprobación y los honorables que deciden se van de vacaciones con semejante situación de por medio, como si no tuviera la importancia necesaria por resolverse este asunto, pero ya viene el Primero de mayo con el primer paso a demostrar nuestra capacidad en todos sus aspectos, un gigante noble como se ha demostrado en las manifestaciones, que puede volverse monstruo, si no es escuchado.
El Primero de mayo nos vieron, nos sintieron y sentirán.
Ricardo León Peña-Villa
New York
